Los castrati

Dadas las características particulares de los castrati, es un tema que llama bastante la atención a la edad de nuestros alumnos, lo que se puede aprovechar para profundizar más sobre la estética de la voz en épocas pasadas. para ello sería interesante visualizar al menos un fragmento de la película Farinelli, del director Gérard Corbiau. Antes convendría introducir históricamente a este personaje: los castrati surgieron a lo largo del siglo XVI en Italia. Se trataba de castrar a un varón antes de que llegase a la pubertad, para preservar el registro vocal de una soprano o contralto femenina. Al crecer, mantenía este registro, que se veía fortalecido con la potencia de la enorme capacidad pulmonar masculina, alcanzando un gran cuerpo y dotándola de uan gran agilidad. Ésta la conseguían principalmente mediante el control de la respiració´n, aprovechando el pequeño tamaño de sus laringes. El momento álgido de los castrati fue durante la prohibición de la iglesia, que no permitía a las mujeres participar en las representaciones públicas; esta situación duró desde comienzos del XVII, aunque la existencia de éstos se prolongó hasta el siglo XIX.

Durrante ese periodo se convirtieron en los auténticos dominadores de la música escénica y de la ópera en particular. Uno de esos grandes divos fue Carlo Broschi (1705-1782), más conocido como Farinelli. De origen italiano, era tal la perfección de su canto que fue reclamado en todas las cortes europeas, donde amasó una gran fortuna. El mayor éxito lo obtuvo en la corte española de Felipe V, a donde se trasladó en 1737. En la película Farinelli, dado que ya no existe en la actualidad ningún castrato (castrati es el plural de la palabra italiana) en activo, y a fin de conseguir un timbre lo más real posible, se mezcló mediante técnicas digitales, la voz de un contratenor con la de una soprano.